miércoles, 5 de agosto de 2009

INSOMNIO

Con el ímpetu de la juventud encima, todos alguna vez tratamos de empezar a construir la casa desde el tejado, tratamos de hablar con la sabiduría de los mayores cuando ni siquiera hemos alcanzado los treinta. No soy una excepción. Pero al menos, a los dieciocho, comprendí al fin que aun no soy capaz de mantenerme en pie yo misma y menos cargar con la vida de mi familia, al contrario, los necesito más que a nada en el mundo. Por supuesto no hablo del ámbito económico, sino del hecho de sentir que yo debía solucionar todos los problemas para que ellos pudieran vivir sin preocupaciones.
– ¿De donde crees que proviene esa sensación de sobreprotección con tu familia?-
- De la culpa
- ¿Culpa? ¿De qué?
- Si se lo dijese ya no sería un secreto, y a usted no le pagarían por estas sesiones.
Recuerdo que la psicóloga dijo en su diagnostico que aquel tipo de depresión tan severa se podía producir principalmente por traumas en la niñez, e incluso una vez sugirió a los estupefacientes como causantes de mi enfermedad. Acertó en lo primero, pero en lo que respecta a los narcóticos no, porque todos aquí saben que soy demasiado inteligente como para caer eso. Pero jamás se lo dije. Esa respuesta, por cierto, no me ayudo a zafarme de otras drogas, pero las que ella misma me obligo a tomar. No me refiero a la autocomplacencia, ni a la autocompasión, aunque estimo que son igual de letales, sino que al Prozac o Fluoxetina. Ahora que he conocido más sobre el tema que esa soporífica pastilla, no me explico como una profesional titulada de una buena facultad de psicología le receta a una niña de trece años ese tipo de narcóticos, bajo la consigna de “te ayudara a dormir mejor”, siendo que uno de los principales efectos secundarios es la alteración del sueño. Si no me falla la memoria, creo que en esos tiempos comencé a dormir de día, y muy pocas horas por lo demás. Si, se que suena como una más de esas modas de los jóvenes de esta época, el creerse vampiros, pero de haber podido controlar mi glándula pituitaria a voluntad, lo habría hecho, y con todo el respeto que corresponde, me habría vuelto hinduista o budista para controlar el chakra de Sahasrara o chakra corona, que representa la aquella dichosa glándula que no está segregando la cantidad necesaria de hormonas para controlar mi sueño.

2 comentarios:

  1. ¿Culpa, Dennys? Ojalá pudiera saber.

    Y psicóloga weona, ¿qué le hiciste a mi amiga? D=

    ResponderEliminar
  2. No habia revisado el blog, no sabia que me habias dejado un comentario.

    Lo primero es un secreto, pero sabes que confio en ti, demasiado.

    Lo segundo, hacerme adicta a un antidepresivo, que estoy tratando de dejar.

    Gracias por preocuparte tanto, menso... Te quiero

    ResponderEliminar