jueves, 16 de abril de 2009

Empty



Una cama tan grande, tan vacía, no hay una razón aparente para no traer al amante de turno a casa, es quizás el afán de libertad que solo entregan los hoteles y moteles, después de todo es solo una letra.
Haces un par de horas solo debiste voltear, sonreír y preguntar: ¿Me acompañas a casa?
Las cosas serian tan diferentes, quizás…

No hay comentarios:

Publicar un comentario