viernes, 11 de diciembre de 2009

Finalmente lo entiendo

Finalmente lo entiendo.
Nos separa todo un universo. Quizás más.
Demasiado parecidos, diferencias irreconciliables.
Cometí demasiados errores respecto a esto, debo reivindicarme, apagar las luces y bajar del escenario, dar la actuación de despedida. Solo puedo ser yo, ya no puedo usar mis caretas, y eso me arrastra a un vacío. De donde ni tú puedes llegar.
Mi mente y mi corazón son eso, míos. Solo míos. Ya no quiero compartirlos. Con nadie. Ni siquiera contigo. Recuerdo que alguien me dijo una vez, que jamás entregara todo mi ser, mi alma, mi corazón, a una persona porque iba a quedarme sin nada. Así fue. Pero no volveré a fallar.
De hoy en adelante solo seremos yo y yo.
No necesito a nadie más.
Ya me deshice de todas tus fotografías, tus cartas, hasta borré tu número de teléfono, ya no quiero que me llames, porque cada vez que oigo tu voz aunque sea por teléfono, me derrumbo.
Tengo la certeza de que no volveré a saber de ti, nunca.
Por ahora estoy cansada, será mejor que me duerma. Pero sabes, ya no me sentiré sola cuando me vaya a dormir, ya no tendré esa frustración de necesitar a alguien para que vigile mi sueño.
Porque de hoy en adelante seguiré mi camino sola, y se cruzara nunca más con el tuyo.
Gracias por todo.

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